Ospina, nos ha dejado como legado los mitos y leyendas que por años se han recordado en forma oral, gracias a los señores Manuel Cortes Ortiz y Gonzalo Pantoja R. conservamos el libro " Mitos, Leyendas y Relatos de Arrieria, en Imues y Ospina (Nariño).
A continuación se mencionan algunos de los mas relevantes.
1. EL TESORO DEL GALLINAZO
Informante: Guillermo Zambrano
Vereda "Guaracán Chiquito" (Ospina)
"De Pilcuán mas arriba, hay una media planada que se llama el tablón. Por allí baja la quebrada del Güingal que cae el rio Sapuyes, y un camino viejo de a pie desde el tiempo de andar los contrabandistas. A mi me toco pasar una noche por ese sector, en todo ese hueco de la quebrada, vi una claridad que lo iluminó todo. Era una luz blanquita como el día tanto que pude ver perfectamente el musgo y las pepas de los árboles de guayacán y se apagó. Quedo completamente oscuro. Me quede parado sin saber que hacer, como yo era muchacho todavía, tendría tal véz unos catorce o quince años. En otro rato, nuevamente la claridad y se fue apagando lentamente. Allí me estuve hasta que llegó mi hermano mayor con el que veníamos de Pasto de dejar contrabando, y le conté. Entonces el dijo que había oido contar a los mayores que por ahí estaba encerrado un gran tesoro, podría ser eso el que ardió.
El asunto es que los dueños de esas tierras habían sido los padres Jesuitas. desque tenían allí en el tablón una casa grande para ir a veranear y una capilla bien arreglada. Cuando los derrotaron , por el afan de correrse, escondieron en ese güilque todas las cosas de valor. Una custodia de oro macizo, los vasos sagrados y unos cajones de plata. Pero la que propiamente sabia el sito exacto del entierro desque era una morena de barbacoas, sirvienta de los padres, y que pues, cuando ya los derrotaron a sus patrones. Ella tuvo que regresarse a vivir a su tierra.
Bueno, y como no falta los ambiciosos, a unos que les entró la codicia por la guaca, y se fueron a Barbacoas en busca de la negra para que viniera a mostrarles donde se hallaba el entierro. La pobre como ya desque había estado anciano, no aguantó y se le murió en el camino. Pero que si alcanzó a decirles que el tesoro estaba en la roca al pie de la chorrera y por mas señas por ahí había una piedra negra en figura de gallinazo, y con el pico indicaba el lugar exacto donde estaba el tesoro. Que vinieron a buscarla por todas partes, descolgandose con cables y que las varillas cuadran por ahí pero nada que la puedan sacar. Y más que cuando se va haciendo de noche, unos gallinazos pasan graznando y los sacan corriendo a fuerzas de aletazos. Seguramente que los padres la dejaron encargada a los gallinazos."
2. EL POTRERO DEL DUENDE
Informante: María de los Andeles de Unigarro
Ospina (Población)
"A todo ese potrero que queda ahí bajo de la casa, en guaracan, le llamamos el duende, porque en el chorro de agua vivía ese diablo.
Yo no les creía hasta que una vez se me ocurrió ir a bañarme en ese chorro que quedaba un poco más arriba de la quebrda. Pero me fuí con las chiquillas para que me acompañen. En el potrero habían artos animales sueltos y les advertí a las chiquillas que mientras yo me bañaba, ellas cuiden que esos animales no me vayan a ensuciar el agua, y dicho y hecho. Yo que estaba en lo fino del baño, ¡tran! que se ensucio el agua. Y empezó a bajar casacajos y pedazos pequeños de bóñiga de caballo. Entonces se me entraron los diablos y las trate mal a las chiquillas por no atajarme a los animales. Al oirme los gritos llegarón corriendo, pero por el otro lado y dijerón que ningun animal se había acercado a la acequia. Entonces dije que no era otra cosa sino ese maldito duende. Busque la camisola y nada de hallarla . Otra insultada a las chiquillas diciendo que me la habían escondido o me la hicieron llevar de alguna vaca. No tuve más qe ponerme la falda y así salí. Cuando ya ibamos en la mitad de la cuesta, regreso a ver, y preciso que la camisola bandereándose con el viento en la punta del árbol de pumamaque bien alto. Quien más sino el tal duende iba hacer capaz de ponerla allá arriba.
Eso desque les hacía siempre, siempre a los que in¿ban a bañar allá. Yo nos es creía pero por incredula , ¡tenga!, pero ni más voví a bañarme en ese chorro."
3. LA CAJA DEL DUENDE
Informante: Mercedes Revelo
Ospina ( Población)
" Ahí en todo ese hueco que llamamos la "Quebradonda", una vez oí que el duende estaba tocando la caja.
Ese día se me hizo bien tarde la sacada de la leche, porque yo estaba solita cocinando para peones. Han de haber sido ya casi las seis pasaditas cuando llegué a donde estaba la vaca. odo estaba cerrado de niebla y cayendo una lluvia menudita como baba de ternero. Yo apuré a maniar la vaca y cuando fuí a soltar el ternero que estaba amarrado de la orilla de la quebrada, y señor, yo que acabé de soltar, vea, pero bien clarito oí que ahí dentro de la quebrada sonaba una caja. Entonces me acorde que decían que allí siempre salía el duende. Se em cayó la sangre a los talones y esa vaca también echó a brincar y resoplar, y de tanto brincar se desmanió y se fué corriendo. Yo agarré esa peroleta y corra cuesta arriba. Llegue a la casa sin resuello y sin una gota de leche."
4. LA PROCESIÓN DEL VIERNES SANTO
Informante: Apolinar Ascuntar
Ospina
" Yo había oído contar que en Ospina, después de la procesión del Viernes Santo, salía otra, y que esa era la de la otra vida", y preciso, en una ocasión me tocó verla. Le cuento como fue:
En una ocasión me fuí a pasar la semana mayor a Tuquerres, pero por ni se que cosa, alguna urgenciaa bién grande, a de ver sido, me toco irme para ospina el viernes por la noche. Entonces todavía no había la carretera y el camino era por abajo por el chota, por semejante güilque tan feo que era. Entonces cuando yo ya venía pasadito la chorrera, ví que de la iglesia vieja que eraen ese tiempo porque se derrumbó con el terremoto de la chorrera, salían un poco de velas, pero artísimas y luego se fueron formando las dos hileras, la una a la izquierda, la otra a la derecha y preciso que voltearon por la calle que coge el rio. Entonces se me puso a mi que podía ser la procesión de la otra vida y empezó a darme miedopero ya no podía regresarme. Además me acordé que venía bien confesado y traía buenas reliquias: traía una ramita de arrayán y de romero del monte que compusieron en la iglesia del señor de los milagros; traía también un anillo de acero y el rosario. La proseción seguía para el chota y no había mas de otra, sino que tenía que encontrarmela. Llegué al río pase el puente, y seguí cuesta arriba. bueno, calculando por donde tenía que toparme con la procesión, saque el rosario, y como era viernes, empecé con los misterios dolorosos. Suba y suba y nada de encontrarmela, sino que mas o menos por la mitad de la cuesta, pero ya no vi las velas, sino que por dentro de las dos zanjas que quedaban al lado y lado del camino se sentía nos ruiditos en la hojarasca, como que pisaban, chas, chas, sonaba la hojarasca, y una olorosera a cebo. Y no vi nada.
Y cosa rara, cuando yo ya venía saliendo la cuesta se me ocurrió regresar a ver, y señor, otra véz las dos hileras de velas pasando la chorrera. Entonces ya iba ligera a procesión y me estuve viendo hasta que voltió por esas lomas de Iguá más arriba.
5.EL PÁRAMO DE LA CAMPANA
Informante. Celso Saavedra
Verada Cunchila ( Ospina )
" Por esas lomas altas que quedan más allá de cunchila, a unos, recueros que desque pasaban por ahí, se les fué al abismo una campana. Por eso es que a todas esa región se le conoce con el nombre de El Páramo de la Campana.
Cuentan por allí era el camino viejo de ir al Ecuador y los arrieros que le digo, desque venía de Quito sería trayendo entre otras cosas una campana para una de las Iglesias de Pasto, creo. Entonces la mula que traía desque cayó y rodó por ese desfiladero y fué a dar al fonde de esa montaña más espesa. como eso es tan feo, nadie se sintió capaz de ir a sacar la campana de ahí se quedó para siempre. Y refieren las gentes algunas, no todas, de las que vienen por allá cerca que, cada año, el viernes santo a las tres de la tarde se escucha el tilín, tilán, tan de la campana, recordando que a esa misma hora murió nuestro señor en el calvario."
No hay comentarios:
Publicar un comentario