Los primeros datos de la existencia de la Parroquia se toman del
primer libro de Bautismos que se inicia
en el mes de abril de mil ochocientos sesenta y ocho, donde aparece firmado por
Manuel Toribio Revelo como Párroco. La vida parroquial ha sido sin
interrupciones, inicialmente con el
solo nombre de Parroquia de Ospina. En mayo de mil ochocientos ochenta y cinco
empieza a firmar el libro de Bautismos el Padre José María Ruiz como cura
interino y a partir del treinta de abril de mil ochocientos ochenta y ocho
recibe el Cargo de Párroco y desde entonces comienza a nombrar como parroquia “SAN
MIGUEL DE OSPINA”. Es por lo tanto el
Titular y el 29 de septiembre se celebra su fiesta con devoción. La patrona es
NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES, cuya solemnidad se celebra el cinco de agosto. La
comunidad hace gala de fervor, creatividad y participación en estas
oportunidades y reúne a sus hijos dispersos
por diferentes lugares, principalmente en la ciudad de Pasto que ha
recibido un gran número de familias en busca de mejores oportunidades y de la educación
para sus hijos. Las imágenes tanto de los patronos como de las otras
advocaciones, son por lo general hermosas, artísticas y cuidadosamente
conservadas. Es una prueba más de la fe y el cariño que el pueblo tiene por sus
devociones.
La parroquia está compuesta por 14
veredas y 10 sectores urbanos que suman alrededor de 1.300 familias. Trece
veredas tienen capillas amplias y bien mantenidas, donde celebran la festividad
a sus patrones con espíritu religioso y superando las costumbres mundanas.
La educación de la juventud es una preocupación de nuestra
gente. Para conseguirla, se han
establecido tres colegios. En el casco urbano, el colegio Francisco de Paula
Santander. En el corregimiento de San Isidro y en el Corregimiento de Cunchila.
La vida cristiana y buenas costumbres,
en los últimos tiempos han dado como fruto excelentes sacerdotes que prestan
sus servicios a la Iglesia. Entre ellos tenemos a los padres: Tomás Viteri,
Luis Carlos Gavilanes, Carlos Alfaro, Diego Meza, Juan Carlos Cárdenas, además
de algunos seminaristas que van avanzando por el mismo camino.
Desde el inicio del proceso de la nueva evangelización, la
parroquia, gracias a la dedicación de sus párrocos, cuenta con las estructuras
necesarias básicas, como son el EPAP, CEP, ECSs, COPPAS, CATEQUISTAS, MJP,
LECTORES, PASTORAL INFANTIL, y están en proceso diferentes comités.
Desde 1950 han prestado sus servicios
como párrocos los siguientes sacerdotes:
Pedro Martínez, Juvenal Ortega, Nemesio Barahona, José Fidencio Montenegro,
Vicente Espinosa, Luis Alfonso Muñoz, José María Morillo, José Félix Yela,
Carlos Pérez del Castillo, Bolívar Burgos P, José Ortega C, Favián Ibarra
S, Ramiro Rosero B, Hugo Cadena A, Luis Alberto Rodríguez y José Riascos
T.
Hasta la fecha, Ospina es un pueblo
católico y no se ha dejado influenciar por otras iglesias, a pesar de las
insistentes incursiones y propagandas que ha recibido.
Socialmente es un remanso de paz y
tranquilidad, donde sus habitantes conservan el legado de sus mayores,
expresado en el respeto, la acogida a todo el que pisa su territorio y más aún
su hogar, el buen trato, la generosidad y solidaridad con todos los que
necesitan un apoyo.
El fuerte de la economía es la
agricultura y la producción lechera a nivel doméstico. Los productos
principales son: papa, maíz, arveja, frijol, trigo, cebada y otras especies en
menor escala que brotan de una tierra fecunda, regada con la bendición de Dios
y el sudor y abnegación de los buenos campesinos.
El 4 de febrero de 2011, en reemplazo
del P. Luis Alberto Rodríguez, tomó
posesión de la Parroquia el P. José Riascos Torres, nacido en Tabiles,
municipio de Linares, el 16 de julio de 1945. Hizo sus estudios primarios en la
escuela de Tabiles y el bachillerato en el seminario menor de Pasto. Terminados
los estudios de Filosofía y Teología en
el seminario mayor, fue ordenado sacerdote en la parroquia Nuestra Señora del Rosario
de Linares, el 8 de diciembre de 1971, por Monseñor Alonso Arteaga Yépez. Después de cuatro
meses de acompañar en Guaitarilla como vicario Parroquial a Monseñor Bernardo
Arévalo, fue llamado a reemplazar por unos días al Párroco de Iles, donde fue
Vicario Ecónomo y luego Párroco. Después
de 6 años volvió a Guaitarilla como Párroco. Luego ha hecho se recorrido
pastoral por las parroquias de Ricaurte, San Pedro de Túquerres, Linares,
Samaniego y ahora Ospina, siempre con el ánimo de entrega a los fieles, buscando ante todo el bien de
la parroquia y hacer la voluntad del Señor en el servicio de la fe, en comunión
con el Seño Obispo y con todos los hermanos sacerdotes.
Fuente: Parroquia San Miguel Arcangel, Ospina
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